Opinión y prueba BMW M4 Competition Coupé 510 CV 2021

2021-12-27 18:36:36 By : Mr. Andy Shawn

Los elegantes coupés deportivos son una parte esencial de la historia de BMW y también tienen una larga tradición en la factoría de Dingolfing, comenzando con el BMW Serie 6 Coupé de 1976. Nada menos que 44 años después, el nuevo BMW M4 Competition Coupé ha salido de la línea de producción con versiones de propulsión y tracción total xDrive.

El BMW M4 Competition Coupé de nueva generación luce un diseño independiente y un perfil de carácter distintivo dentro del segmento premium de tamaño medio y alto rendimiento. Recrea con gran fidelidad su carácter inspirado en la competición, distanciándose mucho más en esta ocasión del BMW Serie 4 Coupé que en las anteriores generaciones.

Utiliza una construcción ligera e inteligente para respaldar su manejo deportivo único. Es una gran muestra de lo que la firma bávara es capaz de hacer y tiene algunas particularidades que cada uno debe juzgar si se tratan de defectos o de virtudes, pero es innegable que BMW ha hecho un excelente trabajo para lograr un M4 que roza la excelencia en muchos puntos.

La puesta a punto es su punto fuerte, seguidos de los acabados, ajustes y la calidad de su equipamiento. Entre sus rivales, el M4 Coupé se caracteriza por ser el más dinámico; el Audi RS 5 Coupé por su equilibrio y perfección; y el Mercedes-AMG C 63 S Coupé por su sonido. Por supuesto, también veremos un BMW M4 Competition Cabrio y un BMW i4 con el sello M.

Musculoso, nítido y aerodinámico, las características de diseño M específicas se integran armoniosamente en el lenguaje de diseño moderno del M4 Competition Coupé. Es imposible no mirarlo, pues en esta nueva generación encontramos exclusivas tonalidades de pintura exterior, grandes llantas de aleación M y el paquete opcional exterior M Carbon.

Sin duda alguna, es la parrilla de doble riñón vertical M el aspecto más polémico del diseño exterior, aunque no queda tan mal en directo. Luce un acabado negro y se complementa con grandes tomas de aire a los lados de la parrilla. En esta, las distintivas barras dobles como sello de M, ahora dispuestas horizontalmente, incluyen el emblema del modelo.

Es innegable que el nuevo modelo BMW M presenta una figura distintiva e inmediatamente reconocible desde cualquier ángulo.

En los bordes exteriores del faldón delantero, las tomas verticales para las cortinas de aire (Air Curtains) con «flics» integrados y aerodinámicamente funcionales acentúan la anchura del BMW M4 Competition Coupé. Las líneas del faldón y el capó nacen en la parrilla de la marca, así como los contornos de los faros. Solo con verlo por el retrovisor, ya te apartas.

El equipamiento de serie incluye faros Full-LED con luces LED diurnas en forma de U. Opcionalmente podemos adquirir los faros adaptativos LED con luz láser BMW y el asistente de luz de carretera antideslumbramiento. Estos se diferencian por las inserciones azules en el borde superior de los faros y también disponen de iluminación adaptativa en las curvas.

A velocidades superiores a 60 km/h el sistema de luz láser BMW aumenta el alcance de las luces de larga distancia hasta un máximo de 550 metros y sigue el curso de la carretera de forma dinámica. Las luces individuales BMW Shadowline también se encuentran en la lista de opciones, complementándose con muchos otros detalles en negro de la carrocería.

En la vista lateral, las branquias M y los prominentes faldones laterales refuerzan visualmente la sensación de estar ante una máquina ligera y deportiva para la carretera. Allí encontramos de serie llantas de aleación ligera M de 18 pulgadas delante y 19 pulgadas detrás (en los M xDrive: delanteras de 19 y traseras de 20 pulgadas). En esta unidad vemos llantas opcionales.

Tras las llantas se esconden los frenos M de carburo de silicio reforzado con fibra de carbono, cuyas pinzas son doradas.

Las gomas de este ejemplar, que monta unos Michelin Pilot Sport Cup 2 semislick opcionales, miden 275/35 ZR19 100Y delante y 285/30 ZR20 atrás. Estos neumáticos ofrecen un agarre excepcional en seco, pero son como un chicle y su desgaste se hace notar rápidamente, por lo que solo son recomendables si vamos a ir mucho al circuito.

Las dimensiones exteriores aportan unas proporciones propias de coches deportivos de elevado rendimiento. Mide 4.79 metros de largo (+122 mm), 1.89 metros de ancho (+17 mm) y 1.39 metros de alto (+5 mm). La batalla alcanza los 2.857 milímetros (+45 mm). También es 24 mm más largo, 40 mm más ancho y 10 mm más alto que el nuevo BMW Serie 4 Coupé.

Por su parte, el techo del nuevo deportivo está fabricado en plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP), lo que rebaja el centro de gravedad del coche y aumenta su agilidad. Adicionalmente, dos aletas longitudinales a lo largo del techo de CFRP optimizan el flujo de aire. Lo mismo ocurre con el alerón trasero, que está pintado en negro de alto brillo de serie.

En esta unidad, equipada con el paquete M Carbon, el spoiler, junto con otros elementos, luce un acabado de fibra de carbono. Cuenta con una hendidura central. El difusor trasero se presenta en negro y enmarca los dos dobles tubos de escape, cada uno de 100 mm de diámetro. Los tubos están pintados en negro cromo, salvo que elijamos el escape de titanio.

Hay 13 colores para el exterior del M4 Coupé, con diversos acabados y tonalidades. En este caso vemos el Toronto Red metalizado.

Las llamativas aletas del difusor actúan como una extensión de las que canalizan el flujo de aire en el techo, y un marco de fibra de carbono lo conecta con el paragolpes trasero, completando un poderoso conjunto. Los delgados y estilizados grupos ópticos traseros LED oscurecidos se extienden hasta los laterales, acentuando aún más la anchura.

En el interior apenas hay diferencias respecto al BMW Serie 4 Coupé, salvo por los detalles específicos M, tales como los elementos en rojo, la palanca de cambios con el interruptor Drivelogic o los nuevos asientos deportivos M disponibles en múltiples opciones de tapizado. Los asientos M bucket de carbono son todavía más salvajes, como vemos en esta unidad.

Forman parte del M Race Track Package, que reduce el peso del vehículo en 25 kg. El tapizado del techo BMW Individual en color antracita y los embellecedores en negro de alto brillo de serie exaltan aún más la deportividad del habitáculo. Estos elementos decorativos también se pueden pedir en Aluminium Tetragon y en fibra de carbono de alto brillo, entre otros.

Las superficies acolchadas son abundantes, tanto en las partes altas como en aquellas menos visibles, al tiempo que se ha cuidado el tacto y la apariencia de materiales y ajustes. Es innegable que la marca ha hecho un gran trabajo y el nuevo lenguaje de diseño interior se caracteriza por una clara disposición de las superficies, diseñadas para acentuar la amplitud.

El puesto de conducción queda orientado al conductor y el agarre que brindan estos asientos de competición es soberbio. Ahora, entrar y salir del coche es una aventura y el mullido es mínimo, resultando poco prácticos para viajar. Los asientos ofrecen ajuste eléctrico y memoria, soporte lumbar, ajuste lateral, logo M4 iluminado y calefacción de serie.

El respaldo y los laterales del asiento incluyen recortes para el montaje de cinturones de seguridad multipunto. De este modo, el asiento es totalmente apto para la competición. Eso sí, los cinturones M no tienen posibilidad de ajuste en altura ni se acercan a nosotros, resultando incómodo llegar a ellos con estos asientos.

Destacan detalles como que el asiento se sitúe en una posición más baja que en sus rivales. En conjunto, la posición del volante (cerca de la vertical) y los pedales (más bien alejados), así como la altura y el agarre del asiento, ofrecen una postura de conducción más deportiva que distingue al M4 Competition Coupé de sus competidores directos.

Las manos se posan cómodamente sobre un grueso volante multifunción de suave cuero extremadamente agradable al tacto, un signo característico de BMW que, personalmente, me encanta. Puede ser calefactado. Tampoco falta en esta unidad un recomendable Head-Up display.

Este incluye la velocidad del coche, los límites de velocidad, la prohibición de adelantar, los mensajes del Check Control, los indicadores de estado, avisos de los sistemas de asistencia, información detallada de la ruta, instrucciones del navegador, listas de teléfono y del sistema de entretenimiento. Su superficie es de 9.2 pulgadas, un tamaño muy generoso.

Respecto al cuadro de instrumentos, encontramos el Live Cockpit Professional con pantalla de 12,3 pulgadas. Este ofrece gran visibilidad y excelente resolución, pero no alcanza en ningún caso el nivel del Audi Virtual Cockpit, mucho más completo e intuitivo. En el BMW M4 Competition Coupé cuenta con algunas pantallas específicas respecto a otros Serie 4.

El salpicadero tiene un aire moderno y ligero, con una pantalla de 10.25 pulgadas, control por gestos, asistente personal, 4G, servicios conectados, radio digital (DAB+), equipo de sonido Harman Kardon… El sistema multimedia hace gala de una gran fluidez, unos excelentes gráficos y una elevada facilidad de uso a pesar de las múltiples funciones que aglutina.

En este caso, el sistema de infoentretenimiento es muy superior al de Audi y el asistente de voz mucho menos intrusivo que el de Mercedes-Benz, que parece escuchar y analizar hasta cuando te rascas la cabeza. Recordemos que BMW ya ofrece preparación tanto para Apple CarPlay, que puede ser incluso inalámbrico; como para Android Auto.

Las salidas de ventilación cuentan con un display monocromo central que nos ofrece la información necesaria del climatizador trizona. Es cierto que la botonera ubicada bajo las salidas de ventilación podría ofrecer un mejor acabado, ya que da la misma sensación fría que la zona de la palanca de cambios, además de presentar algunos controles un poco pequeños.

Me ha agradado que BMW haya mejorado el espacio de almacenamiento. Junto a la tradicional guantera y el espacio de almacenaje bajo el reposabrazos central, hay también una bandeja por delante de la palanca de cambios con carga inalámbrica opcional, amplias bolsas rígidas en las puertas (sin base forrada) y un compartimento adicional en el lado del conductor.

La luz ambiente produce una exquisita iluminación del habitáculo, que se puede ajustar según se desee. La luz indirecta adicional que recorre el salpicadero y los paneles de las puertas utiliza luz de LED con guías de fibra óptica situadas de forma precisa para crear una atmósfera dinámica y exclusiva. Se une a la iluminación estándar del habitáculo compuesta por LED.

Respecto a la habitabilidad, solo dos adultos serán los que viajarán realmente cómodos en el M4 Competition Coupé. Las plazas traseras ofrecen un acceso limitado por la altura del techo y el escaso desplazamiento -eléctrico- de los asientos delanteros; así como una altura para la cabeza justa para personas de más de 1,75 metros.

De igual forma, el espacio para las piernas no es abundante y, si los pasajeros de delante llevan el asiento en su posición más baja, el espacio para los pies no es amplio. Tampoco hay un reposabrazos central con posavasos en este modelo. Las plazas delanteras ofrecen prácticamente el mismo espacio que en un M3, pero éste es más cómodo en la segunda fila.

El portón del maletero, que ofrece una gran boca de carga, puede ser eléctrico.

Por último, el maletero cubica 440 litros de capacidad, aunque si abatimos los asientos – 40:20:40- podemos obtener unos cuantos litros adicionales (BMW no ha facilitado el dato). El paquete de compartimentos para el maletero añade elementos como áreas de carga extras, redes divisorias para ambos lados del maletero, ganchos para bolsas y una toma de 12V.

Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes del BMW M4 Competition Coupé es el corazoncito de la bestia. Hablamos del poderoso bloque de seis cilindros en línea y 3.0 litros con un sobresaliente rendimiento y el espíritu de elevado régimen de giro firmado por M. Lanzado en su día en los BMW X3 y X4 M Competition, está diseñado para conducir al límite en circuito.

Este motor M TwinPower Turbo ofrece una potencia excepcional de 510 CV (375 kW) a 6.000 rpm, con la línea roja rascando las 7.200 vueltas. El par máximo de 650 Nm se ofrece desde 2.750 rpm y hasta las 5.500 rpm. Es elástico e insaciable, con un apetito frenético para subir de vueltas y una entrega constante de potencia en una banda de revoluciones realmente amplia.

Los Competition aumentan la potencia máxima de los modelos anteriores en 44 kW/60 CV, mientras superan su par máximo en 100 Nm.

La respuesta al acelerador es inmediata siempre que no pisemos a fondo y sobra decir que es capaz de pegarnos con fuerza al asiento a cualquier régimen y en cualquier circunstancia. Es… uno de esos coches capaces de ponerte los pelos de punta en cada aceleración, pero entregando la potencia de forma progresiva, de menos a más, no de manera violenta.

Es más, podemos ajustar la velocidad de respuesta del motor, del acelerador, de la transmisión e incluso de los frenos con el selector ubicado junto a la palanca de cambios, que nos permite elegir entre Comfort, Sport o Sport Plus, aunque ya os adelanto que el resultado obtenido en el primero de ellos es más que suficiente para cumplir todas tus expectativas.

En cifras, hablamos de un coupé deportivo capaz de catapultarnos hasta los 100 km/h en solo 3,9 segundos cuando activamos la función Launch Control y hasta los 200 km/h en 12,5 segundos. La recuperación de 80 a 120 km/h se completa en 2,6 segundos y la velocidad máxima está limitada a 250 km/h -290 km/h con el M Driver’s Package-.

Los ingenieros han aplicado una serie de mejoras para dotar al seis cilindros con extraordinarias capacidades de rendimiento. Una tecnología de turbocompresión de nuevo desarrollo y una mayor presión de inyección máxima de 350 bar permiten unos tiempos de inyección más cortos y una mejor atomización del combustible para lograr una respuesta más aguda del motor, así como una preparación más eficiente de la mezcla.

También se han mejorado los sistemas de lubricación y refrigeración. Encontramos grandes tomas de aire en el frontal, una bomba eléctrica en el circuito de baja temperatura, una bomba de agua mecánica, un radiador principal y dos adicionales en el circuito de alta temperatura, un sistema de suministro de aceite diseñado para circuito…

El sistema de refrigeración consta de dos circuitos de agua y de radiadores de aceite independientes para la transmisión y para el motor.

Pero todo ello no sería tan bonito sin una melodía acorde a las prestaciones. Con el botón M Sound Control, también ubicado junto a la palanca de cambios, podemos atenuar el sonido. Sin embargo, te gustará ir siempre oyendo de fondo el ronroneo, especialmente en los modos más deportivos. Sí que es cierto que quizá los RS y los AMG son ligeramente más radicales.

En autopista el motor gira a apenas 1.900 vueltas cuando circulamos a 120 km/h en octava velocidad, lo que ayuda a contener los consumos.

Un aspecto que probablemente no te guste tanto son los consumos. La marca homologa 10 l/100 km de media WLTP, aunque en una conducción real no te será difícil rondar los 15 litros en ciudad y los 9.2 litros en carretera, con una media de 11,8 litros a los 100 km tras una semana de prueba. El depósito de combustible tiene una capacidad de 59 litros.

Lo que me ha gustado mucho es el cambio M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic, enfocado estrictamente a ofrecer el máximo rendimiento deportivo. La posibilidad de realizar cambios increíblemente cortos y suaves, así como el espaciamiento óptimo de las relaciones, son capaces de lograr la felicidad incluso del conductor más exigente.

Además, el amplio rango de relaciones permitidas por el sistema también ayuda a optimizar la eficiencia del combustible y, en una conducción tranquila, el motor sube de marcha en el entorno de las 1.800 rpm, siempre con una suavidad impecable, ya sea en posición D, empleando las levas o con el modo secuencial de la palanca de cambios.

El embrague de convertidor de par está ya completamente acoplado una vez que el automóvil acelera de nuevo.

Por su parte, la nueva palanca de cambio acortada situada en la consola central requiere de un período de adaptación respecto a la que encontramos en el resto de la gama BMW, aunque a mi parecer es más intuitiva y segura por los movimientos que requiere para seleccionar cada posición. Si nos posicionamos en el modo ‘S’, realmente estaremos seleccionando el secuencial.

La configuración de la transmisión también se puede modificar usando el interruptor Drivelogic situado en la palanca de cambio. Encontramos tres modos:

Hablamos de una transmisión bastante permisiva, ya que cuando el vehículo alcanza el corte de inyección -a 7.200 rpm-, no se realizan cambios automáticos. Un sistema de refrigeración de la caja de cambios por aceite garantiza unos cambios impecables cuando el vehículo alcanza su ritmo en el circuito.

El motor debe su potencia, eficacia y aptitudes en circuito a una construcción nacida de los muchos años de experiencia en competición de BMW M GmbH y en la utilización de componentes M específicos desarrollados para proporcionar las máximas prestaciones. Presenta una construcción cerrada de tipo “closed-deck” sin necesidad de nervaduras.

Esto proporciona al cárter una rigidez extremadamente elevada y permite una presión de combustión excepcional, que optimiza el rendimiento. Un revestimiento de hierro pulverizado con arco eléctrico en las paredes del cilindro reduce tanto las pérdidas por fricción como el peso.

El cigüeñal tiene una resistencia excepcional a la torsión, lo que allana el camino en el desarrollo de sus altos niveles de potencia y par. Este ligero cigüeñal forjado utiliza su reducida masa de rotación para maximizar su carácter con elevados regímenes de giro. La culata tiene un núcleo fabricado en impresión 3D.

Este proceso añadido permite crear formas geométricas más allá de las posibilidades técnicas de la tradicional fundición de metales. La tecnología de impresión en 3D ha reducido el peso de la culata y ha permitido que sus conductos de refrigeración se dirijan para optimizar la gestión térmica.

Hace falta tener la cabeza muy fría y muy buenas manos para poder sacarle al BMW M4 Competition Coupé todo su potencial. Y por supuesto, hacerlo fuera de la vía pública. Sin embargo, eso no impide que el coupé deportivo nos ofrezca un aluvión de sensaciones cada vez que nos sentamos tras el volante, especialmente con el paquete de circuito.

Si quieres ir tranquilo, es un coche dócil, aunque duro. En vías amplias, es sencillo conducir con cierta alegría y plena sensación de seguridad, pero es importante ser consciente de que no es simplemente un Serie 4 que corre mucho o que tiene mucha potencia, sino una máquina bestial que requiere cierto nivel de conocimiento al volante y mucha sensatez.

La mayoría de los usuarios encontrarán un vehículo más que razonable, e incluso más cómodo y suave, en los BMW M440i xDrive o BMW 440d xDrive. El M4 Competition es, en términos generales, un coche incómodo para el día a día, tanto por los asientos de competición que monta como por el firme tarado de sus suspensiones, salvo que el asfalto esté en perfecto estado.

Este coupé cuenta con diversas modificaciones en el chasis que tienen como objetivo incrementar todavía más la precisión de la conducción. Además, podemos ajustar múltiples parámetros para adaptar el M4 Competition Coupé a nuestras exigencias y a las circunstancias del trazado sobre el que vamos a conducir ¿O quizás debería decir pilotar?

Conducir el BMW M4 Competition a ritmo elevado requiere reflejos, concentración y rapidez de movimientos. No hay margen de error para pensar si has hecho lo correcto.

El sistema de control desarrollado para los modelos de BMW M permite configurar de forma separada la potencia y la tecnología del chasis a gusto del conductor y de sus necesidades, pudiéndose activar varios modos de potencia, suspensión y dirección independientemente uno del otro.

Indudablemente lo más llamativo es la posibilidad de configurar el sistema de frenos. El sistema es más ligero en su conjunto y, gracias a un sistema eléctrico -en lugar de una bomba de vacío-, regula la asistencia, modificando la presión necesaria para obtener una respuesta más dinámica. Con ello, obtenemos intervenciones más rápidas y precisas en el sistema de control de estabilidad de conducción.

También hay que señalar que la respuesta de frenado no se ve afectada en el conductor cuando las carreteras están mojadas, cuando hay aceleración lateral significativa o altas temperaturas a la hora de frenar, lo que garantiza una medición precisa de la potencia de frenado en todo momento.

En este sentido, son muchos los que me han preguntado si realmente son apreciables las diferencias entre el modo Comfort y el modo Sport para los frenos. Durante una conducción sosegada puede ser menos palpable la diferencia, pero conduciendo a ritmo elevado es fácil apreciar como las pinzas muerden los discos impasibles con menos recorrido de pedal.

De esta forma, el conjunto transmite mucha más confianza, especialmente con los frenos M de carburo de silicio reforzado con fibra de carbono opcionales de esta unidad, que parecen prácticamente insaciables, aunque los “torturemos” durante un tiempo considerable. Eso sí, si no vamos a dar un uso intensivo al modelo, tampoco serán especialmente necesarios.

Para que podáis comparar, los discos ventilados y perforados delanteros de serie miden 380 mm de diámetro y disponen de pinzas fijas con seis pistones. Los frenos traseros funcionan con pinzas flotantes mono-pistón y discos de 370 mm. También disponemos de los frenos M de carburo de silicio reforzado con fibra de carbono (400 mm delante y 380 mm detrás).

Respecto al nuevo Modo M, este eleva la intervención del control de estabilidad, permitiendo un sobreviraje controlado, al tiempo que permite la desconexión del DSC. Además, con el nuevo botón M Mode en la consola central, se puede cambiar rápidamente las respuestas de los sistemas de asistencia a la conducción, las pantallas e instrumentos digitales y el Head-Up display.

El M Mode permite al conductor activar los modos ROAD, SPORT y TRACK. Vamos a verlos en detalle:

Si bien las versiones con tracción M xDrive cuentan con un modo de tracción específico al eje posterior (2WD), no son tan juguetones como lo es esta versión de propulsión. Gran parte de la culpa la tiene el nuevo Control de Tracción M, que desempeña un importante papel en la personalización de la respuesta dinámica del coche.

El Control de Tracción M permite que la nueva función integrada de deslizamiento limitado de las ruedas del control de estabilidad (DSC) se ajuste, a través de 10 niveles, a las preferencias y necesidades del conductor. De esta forma, podemos elegir cuánta libertad queremos que nos de el eje trasero, evitando así que el asunto se nos vaya por completo de las manos.

Lo cierto es que es una delicia cómo podemos ajustar el deslizamiento que queremos para el eje trasero al salir acelerando de cada curva, permitiéndonos redondear la trayectoria como ningún otro coupé. Esto también permite un control de la aceleración más sensible al circular sobre superficies mojadas, cubiertas de nieve o hielo o en carreteras con baja adherencia.

La función de control del deslizamiento se ha trasladado de la unidad de control del DSC a la del motor, por lo que actúa sobre la potencia del motor hasta 10 veces más rápido que antes. Esto evita proactivamente las entradas que limitan la potencia en respuesta a las revoluciones excesivamente altas y al par que no se transfiere a la propulsión.

Con sólo pulsar un botón, se puede desconectar el control de estabilidad (DSC Off). El DSC también está interconectado con el Diferencial M activo y, en los modelos con M xDrive, con el sistema de tracción a las cuatro ruedas. En los modelos con el sistema M xDrive, la distribución de la potencia entre las ruedas delanteras y traseras también puede ser ajustado.

La larga batalla y su considerable ancho de vías, su bajo centro de gravedad y la distribución de pesos prácticamente de 50:50 suponen los ingredientes perfectos parar imprimir un carácter centrado principalmente en el dinamismo de este deportivo de elevadas prestaciones. Cuando queremos divertirnos resulta ideal, pero en el día a día no resulta tan práctico.

Gracias a las modificaciones específicas en la carrocería y soportes del chasis ha aumentado la rigidez torsional. La cinemática y la elastocinemática de los componentes del chasis se ha diseñado para proporcionar la mezcla de dinamismo, agilidad y precisión en la conducción característica de los M de BMW, pero a cambio renuncia al confort de, por ejemplo, un M8 Competition.

De serie encontramos la suspensión adaptativa M, con amortiguadores controlados electrónicamente. Las fuerzas de amortiguación para cada rueda son ajustadas progresivamente en función de las cambiantes situaciones de conducción, por medio de válvulas electromagnéticas.

El eje delantero de doble articulación específico M incluye trapecios de aluminio con rótulas de nuevo desarrollo, un brazo de torsión de aluminio también de nuevo desarrollo, una mangueta forjada a medida con cojinetes reforzados y rodamientos de rueda ligeros con una estabilidad a la deformación muy elevada.

La cinemática del eje a medida, con ángulos de avance y de salida especialmente amplios, y un centro de balanceo rebajado, consiguen la tradicional capacidad dinámica de primera clase de los modelos M, aunque las cualidades de confort para la conducción cotidiana y los largos desplazamientos se ven notablemente reducidas respecto al resto de la gama.

Gracias a los componentes diseñados específicamente para estos modelos, el eje trasero de cinco brazos también satisface las excepcionales exigencias dinámicas de los coches deportivos de elevadas prestaciones. Los bujes y trapecios se han desarrollado de nuevo para garantizar una conducción precisa, incluso para el conductor más exigente al volante.

Los ingenieros de BMW M GmbH también han trabajado profundamente en elementos como la dirección electromecánica M Servotronic, lo que hace que el M4 Competition se sienta más directo y dinámico que, por ejemplo, un M5 Competition, que tiene una batalla y longitud mayores, además de un centro de gravedad más alto.

Me ha gustado especialmente la puesta a punto de la dirección, que combina una servoasistencia dependiente de la velocidad con una desmultiplicación variable de la dirección. Hablamos de un coche que parece ir sobre raíles, permitiéndote realizar un paso por curva de referencia y pisando con aplomo kilómetro tras kilómetro tanto en autopista como en carreteras reviradas.

La dirección entrega al conductor la retroalimentación necesaria para leer las carreteras más retorcidas, pero gracias a la dureza variable se ha logrado un gran equilibrio entre dinámica y confort que lo hace cómodo para circular por ciudad o aparcar y, al mismo tiempo, rápido y preciso en respuesta en puertos de montaña y circuitos.

Como la dirección tiene una desmultiplicación menor que la del resto de la gama Serie 4, más concretamente de 15 a 1 en vez de 14.1 a 1, encontramos 2.1 vueltas de volante entre topes y un diámetro de giro de 12.2 metros entre paredes. La verdad es que, con semejante puesta a punto del conjunto, te resultará difícil aburrirte tras el volante.

La conexión más firme del propulsor a la estructura del vehículo es claramente perceptible, lo que se traduce, incluso, en una respuesta más directa del motor y en la transferencia inmediata de su potencia a la transmisión. El coche también entra en las curvas de forma más directa y precisa que sus predecesores gracias al soporte más rígido y a la nueva dirección.

En una conducción dinámica relajada (con todos los controles activados), es un coche extremadamente fiel a las órdenes de su conductor. Contiene los balanceos de la carrocería, apoya con firmeza y rapidez, sobrevira suavemente y no comete movimientos erráticos, lo que te transmite constantemente una gran sensación de seguridad y control.

Entre el equipamiento de serie para España podemos encontrar el diferencial deportivo M, llantas de aleación de 18 a 21 pulgadas; faros Full LED, faros antiniebla LED, suspensión adaptativa, sistema carga variable (40/20/40), climatizador trizona, radio DAB+, garantía extendida, paquete iluminación y asientos M eléctricos con calefacción, entre otros.

Sin sobrecoste se ofrecen el techo solar, el acceso confort, la alarma, el paquete retrovisores… También son de serie asistentes a la conducción como el sensor de lluvia y luces, control de crucero, control de distancia en aparcamiento (PDC) delantero y trasero, sistema Active Guard Plus, llamada de emergencia inteligente, BMW Live Cockpit o Connected Package.

Igualmente, aquellos que quieran dotar al coupé de un aspecto realmente radical pueden optar por los accesorios de M Performance Parts, encontrándonos incluso algunos elementos que mejoran el rendimiento. También podemos recurrir al extenso listado de opcionales de los que hace gala el modelo, aunque cuidado con las cifras que puede alcanzar la factura final.

En España, el precio del BMW M4 Competition Coupé 2021 sin descuentos ni promociones es de 113.200 euros. Se ofrecen varios paquetes de equipamiento, los M Driver, BMW Individual, y M Race Track. Como referencia, resulta más barato que un AMG C 63 S y más caro que un RS 5 Coupé. Está claro que la mayor pega del BMW M4 Competition Coupé es su precio…

Capaz de atraer las miradas incluso de aquellos a los que los coches no les interesan lo más mínimo, el nuevo BMW M4 Competition hace gala de numerosos elementos de diseño M específicos que se integran en la nueva silueta de la Serie 4, al tiempo que recibe un sinfín de tecnología, una poderosa mecánica estrenada en los X3 y X4 M Competition y versiones de propulsión o con tracción integral xDrive. Es una auténtica delicia.

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